En sólo dos días la moneda rusa perdió el 20% de su valor (rublo) y el real de Brasil ya devaluó un 19% en lo que va del año. Ambos mercados son de primera necesidad para las bodegas locales, pero la depreciación de sus monedas dejó a Mendoza en una posición muy delicada en términos de competitividad.
El problema, más allá de las fluctuaciones económicas internacionales, es que el Gobierno nacional va a contramano de esos cambios y sigue castigando a las economías regionales.
“El contexto obliga a la Argentina a devaluar, para que no siga perdiendo competitividad, pero el Estado opta por su política de microdevaluaciones del 1% mensual. De esa forma evita que se dispare la inflación, pero encarece a los productos de exportación", explicó el economista Sebastián Laza.
En base a esta situación, las perspectivas para la vitivinicultura son claramente preocupantes. Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, explicó que por el lado de Brasil, la devaluación del real compromete aun más la misión de Argentina de recuperar participación en el mercado.
“Ser menos competitivos en Brasil es un problema muy grave, porque debemos lidiar, además, con los conflictos bilaterales que existen desde hace varios años. Tenemos licencias no automáticas en ese mercado y cada vez cuesta más mantener nuestra presencia”, indicó el empresario.
“Por tanto, la devaluación del real nos hará aún más difícil la tarea de ganar mercado frente a Chile y otros grandes competidores”, señaló Pina.
Por el lado de Rusia, la situación es diferente pero no menos preocupante. “En el último año mucho se ha hablado del potencial de Rusia como mercado para la vitivinicultura, pero la pérdida de valor del rublo nos aleja mucho de la posibilidad de poder concretar ese potencial”, observó el gerente de Bodegas de Argentina.
Un problema más allá del vino
El caso de la vitivinicultura es el más llamativo por su fuerte presencia en Rusia y Brasil, pero la pérdida de competitividad va mucho más allá de un solo sector.
“Todos los productos frutícolas de Mendoza se verán comprometidos debido a que el atraso en el tipo de cambio nos hace más caros en todos los mercados”, observó Leonardo González, economista de Fundación Ideal.
Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), también fue claro en su postura. “Somos Brasil dependientes y la devaluación de su moneda nos hace aún menos competitivos en todos los mercados de exportación. Lo mismo ocurre con Rusia para los distintos productos que lo tienen como destino”, comentó.
“La situación es muy compleja porque tampoco se encuentran respuestas en el mercado interno. Lamentablemente, las más perjudicadas son las economías regionales”, agregó el representante de la Unión Comercial.
En tanto, Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), opinó que las devaluaciones del rublo y el real son particularmente complejas para Mendoza por su participación en ambos mercados, pero aseguró que el problema va todavía mucho más allá.
“Chile compite con Argentina y el atraso de nuestro tipo de cambio hace al país vecino mucho más competitivo que nosotros. Esto nos perjudica en todos nuestros mercados de exportación, incluido el principal, Estados Unidos”, explicó el profesional. Vale recordar que el país vecino firmó acuerdos de arancel 0 con ese país, lo que afectaría aún más al país.
El otro problema de Brasil
La devaluación del real no sólo afecta a la competitividad de los productos mendocinos sino que, además, compromete su demanda. El crecimiento de la economía brasileña se ha desacelerado y según los expertos corre riesgo de mayor estancamiento.
“Como consecuencia directa de esa condición, Brasil podría disminuir su demanda de vinos y frutas mendocinas. Esto sucederá si ese país baja su consumo u opta por remplazar los productos de Mendoza por otros más competitivos”, indicó Leonardo González.